viernes, 14 de noviembre de 2008

Unidos o vencidos.

.
T
odo indica que no disfrutaremos de un escenario de Unidad en aquellos estados y municipios donde es realmente necesario que así sea, si lo que queremos es restarle fuerza al poder central. Particularmente no creo en las encuestas, ni siquiera en aquellas denominadas “serias”. Creo más en la conciencia de la gente que valora que sus derechos sean respetados y garantizados; en aquellos que tienen dignidad. Creo en los que están claros que no podemos perder más espacios, que el escenario de las pasadas elecciones para la Asamblea Nacional NO es una opción. Entre esos ciudadanos habrá el que aproveche cada uno de los incentivos de las campañas electorales por parte del gobierno, de la oposición y de los independientes. Esto es perfectamente normal y comprensible, toda vez que parece que es la única forma real y eficiente de recibir beneficios por parte de los que ostentan el poder: “Agarrando aunque sea fallo”. Qué distinto sería si aquellos que logran “montarse” aprovecharan los recursos y los utilizaran en beneficio palpable para la gente, y para toda la gente en igualdad de condiciones. Aquí los números suben y bajan según el encuestador, el encuestado y según sea el momento. Aquí los partidos parecen estar jugando a las barajas cuando están sentados llegando a distintos “acuerdos”. Parece que olvidan que esas barajas no son solamente votos sino personas de carne y hueso. En un país desarrollado los números darían un vuelco con un simple hecho. Aquí no. Aquí parece que depende más de que tanto seamos capaces de resguardar las mesas electorales de aquellos lugares donde no hay quien controle la anarquía electoral. Si sumamos a esto el hecho de que tales o cuales candidatos no terminan de llegar a un “acuerdo” para concretar la Unidad, seremos vencidos. Peor aún; merecidamente vencidos. Pareciera que los candidatos no contemplan la altísima probabilidad de que el pueblo “les pase factura” en una próxima oportunidad, que seguramente para muchos de ellos será en el año 2.010.
.
.