viernes, 23 de marzo de 2012

No es más que un grito desesperado

Esto no es más que un grito desesperado producto de la frustración, del terror, de la sensación de constante inseguridad que se vive en mi país, Venezuela. Tenemos nuestra propia GUERRA y el mundo no lo ve. O no lo quiere ver. Cambiaría todo el petróleo en el que nadamos por un año de paz. Quiero volver a dormir tranquila sin temer por la vida de mi familia, de mis amigos, y en general de mis compatriotas. Hugo Chávez no es más que una farsa, un montaje detrás del cual impera un desgobierno absoluto, donde desde hace ya 12 años reina la anarquía total, donde se ha alimentado sin medida el odio social, donde se maquilla la mayor corrupción de la historia venezolana con tinte de revolución. Esto es un Hasta Luego para los cientos de venezolanos que están perdiendo la vida o sus pertenencias en este momento mientras los familiares y amigos que vivimos fuera de nuestra patria nos desgarramos de miedo por ellos día y noche buscándonos la vida donde mejor podemos para conseguir nuestra paz; una paz que nunca tendremos mientras siga reinando la injusticia, la delincuencia y la corrupción en Venezuela. Eugenia Bavaro Y0914377A (Venezolana/Italiana) eugeniabavaro@gmail.com

sábado, 3 de marzo de 2012

Protestas pacíficas

Gandhi demostró que el pacifismo es el mejor instrumento para alcanzar objetivos políticos importantes. Su filosofía de No-Violencia ha sido reproducida en muchos países en diversas situaciones y con resultados positivos. Un ejemplo fue en 2007 en Venezuela, cuando Chávez fue derrotado por primera vez en las urnas gracias al Movimiento Estudiantil organizado con el fin evitar una Reforma Constitucional altamente perjudicial para el país. No importa lo justa que sea una causa si los medios para promoverla alteran el orden público en detrimento de lo que precisamente se busca proteger: los bienes públicos, la autonomía universitaria, que no recorten en salud, educación, etc. Los estudiantes, histórica e injustamente llamados a defender la institucionalidad del país que sus padres no supieron administrar, tienen todo el derecho de hacerlo de forma pacífica y no por ello ineficiente. Cuando la validez de un sistema se cuestiona, la mejor manera de demostrar su fracaso es utilizar las herramientas que el mismo sistema otorga para perfeccionarlo. Los jóvenes deben organizarse. El caso venezolano en 2007 es un ejemplo. Los universitarios se organizaron mediante sus representantes y conformaron un parlamento estudiantil a nivel nacional del cual surgían resoluciones –moralmente- vinculantes para la dirección de las protestas a ejecutar en todo el país. Los principios fundamentales se consagraron en el uso de las estrategias de No-Violencia y la constancia, donde destacó la creatividad de los estudiantes de Comunicación Social para el manejo del discurso, el análisis jurídico de los estudiantes de Derecho, la redacción con ayuda del profesorado de recursos interpuestos ante la Defensoría del Pueblo o denuncias ante la Fiscalía, así como gestos como el de los estudiantes de Medicina al regalarle flores a los policías que días anteriores descargaban contra ellos. La Idea de Gandhi fue transformar al enemigo y neutralizarlo para conseguir un resultado a su favor. La proyección de los medios y la reacción de los gobiernos son infinitamente distintas cuando no hay excusas para disolver una manifestación. Cuando el Estado es quien se enfrenta a los jóvenes que canalizan su protesta de forma institucional, demuestran que hay un error en el sistema y que no están dispuestos a someterse a ello, ¿quién es el malo de la película?

eugeniabavaro@gmail.com Abog. Eugenia Bavaro. Barcelona, 03/03/2012.